La disfunción eréctil —es la incapacidad de mantener al pene erecto para la penetración sexual— es una de las causas más comunes de problemas sexuales entre las parejas mexicanas. Esta es una enfermedad que puede tener un origen psicológico u orgánico, y nada tiene que ver la mujer, es un asunto completamente masculino.

Las razones para que un hombre no logre mantener su pene erecto —por el tiempo suficiente para lograr una penetración que satisfaga— son variadas, pero una de las principales es que México es uno de los países con mayor índice de obesidad, y los kilogramos extra generan dificultades en la cama. En el país, 3 de cada 10 adultos tiene obesidad y el mismo número vive con sobrepeso, sólo cuatro de cada diez mexicanos arriba de los 18 años está en su peso ideal. 

La obesidad daña los vasos sanguíneos del pene puesto que no logran circular la cantidad suficiente de sangre, por ello no es posible erectarse. Sin embargo, la obesidad masculina también conlleva problemas anatómicos (sí, la panza estorba a la hora de penetrar) y endocrinológicos como la diabetes que daña los nervios que conectan al cerebro con el pene, entonces aunque el hombre esté excitado no se logra la señal cerebral que se “levante” el miembro masculino.

Otras causas de disfunción eréctil es el tabaquismo, el alcoholismo y el uso de drogas como la cocaína y la marihuana. Así que los varones que quieran tener un pene erecto y listo para penetrar deberán:

  1. Conservar su peso corporal ideal.
  2. Dejar de fumar y beber alcohol.
  3. Evita las drogas.
  4. Reducir su estrés.

Pero también es necesario que se deje de genitalizar las relaciones sexuales. Es decir, el pene sí, es importante, pero no es necesario para lograr el orgasmo femenino. Por ejemplo, los dedos, la lengua, los besos y un vibrador o dildo son excelentes herramientas para estimular el cuerpo femenino, especialmente el clítoris.

Recuerda que para que una mujer logre un orgasmo no es necesaria la penetración sino una buena estimulación mental y luego corporal. Por ejemplo: es necesario que la pareja se sienta deseada (no estoy hablando de amor sino de deseo). Entonces los besos, las caricias, los masajes, las sobadas, los abrazos, los arrumacos y los apapachos son esenciales.

El deseo también tiene que ver con el respeto al cuerpo del otro, no es lo que tú quieras en la cama sino lo que el otro te permita hacer.

Enseguida algunos consejos que puedes realizar tú en solitario o con tu pareja.

1. Masaje con aceite caliente.

Utiliza un poco de aceite caliente (lo deberás frotar entre las manos para incrementar su temperatura, nunca lo pongas al fuego o en el microondas) y dar suaves caricias en el cuerpo. Cuando llegues a tu vulva, dale masajes suaves y mastúrbate.

2. Utiliza la tecnología  juguetona.

Existen diversos juguetes sexuales que vibran, suben y bajan o giran, elige el que más te guste y úsalo con un lubricante a base de agua.

3. Dedos y lengua.

La lengua y los dedos son buenas herramientas para estimular el clítoris, la vulva, la boca, los pezones, las areolas y todo el cuerpo en general. Con la lengua y las yemas de los dedos puedes alcanzar el clímax.

La imaginación es tu mejor aliada, porque puedes usar lo que tengas a la mano para autoerotizarte y recuerda que en esta vida nadie es indispensable, especialmente un pene. Pero si el dueño de ese órgano reproductor y erótico le viene bien cambiar su estilo de vida y tiene toda la intensión de tener una vida sexual plena y satisfactoria, hay que apoyarlo y lo mejor —como siempre— es acudir con el urólogo para que revise por qué tiene disfunción eréctil y cómo es posible atenderla.

En México existen tres medicamentos autorizados para tratar la difusión eréctil, pero antes de tomarlos es necesario que el médico cheque al varón puesto que funcionan porque generan una mayor circulación sanguínea (lo que el pene necesita para erectarse), pero esa circulación también puede dañar el corazón, especialmente si vives con obesidad, diabetes o problemas cardíacos.

Por Guadalupe Camacho, periodista y académica mexicana