El vaginismo es un padecimiento que puede convertir la penetración en una verdadera tortura o hacerla prácticamente imposible.
Probablemente, si has visto series como “Sex education” y “Unorthodox”, ya sepas de qué va nuestro tema de hoy.
El vaginismo, si bien no es un padecimiento frecuente, es una condición que afecta a muchísimas mujeres. En esta condición todos los músculos de la vagina se contraen (o se tensan) e impiden el paso de cualquier cosa, sí, lo que sea… desde tampones, aparatos para revisiones ginecológicas, juguetes sexuales y claro, también penes.
¿Dolor al tener relaciones sexuales?
Otra condición relacionada con el vaginismo, es la dispaurenia (que incluso afecta a más mujeres). En este padecimiento la penetración es posible, pero puede ser muy dolorosa y nada placentera. Este dolor puede ser causado al tener relaciones sexuales, introducir tampones, copas o discos menstruales, entre otros. Es importante considerar que si no se trata, ni se da seguimiento, puede llegar a convertirse en vaginismo.
Gracias a series como las que mencionamos anteriormente, es posible saber un poco más de estas condiciones físicas de las que poco se habla. Sin embargo, si te has encontrado en una situación como esta, te tenemos una buena noticia: ambas pueden tratarse y curarse.
¿Por qué se dan el vaginismo y la dispaurenia?
Existen 2 tipos de vaginismo: el primario y el secundario. El primario es cuando no es posible la penetración desde el inicio de la vida sexual, mientras que en el secundario se desarrolla la condición después de haber tenido algún tipo de penetración.
Sabemos que en ocasiones la educación sexual que recibimos puede ser escasa, tener muchos tabúes y algunas veces, incitar al miedo con frases o mitos como: «Te puede dar “algo”», «Vas a salir embarazada», «Los hombres solo te quieren para “eso”», entre otros; todas estas circunstancias alimentan la desconfianza hacia el sexo, limitan nuestra posibilidad de explorar y entender nuestro cuerpo y pueden ser una de las razones del vaginismo primario.
Por otro lado, el vaginismo secundario y la dispaurenia pueden darse por condiciones ginecológicas como infecciones, endometriosis o cirugías; urológicas como infecciones urinarias; por temas digestivos como estreñimiento crónico o colitis; musculares y óseos; por radiación; y finalmente, por aspectos relacionados con los pensamientos, como tener miedo a un embarazo no planeado, haber vivido una mala experiencia, tener una mala relación de pareja, entre otros.
El placer en el sexo.
Es muy fácil “acostumbrarnos” a ciertos aspectos en nuestra vida y es posible que se perciban las relaciones sexuales dolorosas como “normales”. La realidad es que no, el sexo con penetración no debe ser doloroso, sino placentero… no se trata de sufrir, sino de disfrutar de la sexualidad. Ante alguna situación como esta lo ideal es acudir con un especialista.
Tanto la dispaurenia, como el vaginismo, pueden curarse. Lo importante es poner atención a los síntomas y acudir con los profesionales de la salud para recibir ayuda. Otra buena noticia es que el tratamiento podrá incluir ejercicios de Kegel, terapia física, terapia sexual y el uso de dilatadores vaginales; así podrás ir conociendo tu cuerpo y disfrutando del proceso para al final, lograr disfrutar plenamente de las relaciones sexuales con penetración.
¿Sexo sin penetración?
Recuerda que hay muchas formas de disfrutar de tu sexualidad y conocer tu cuerpo. Sí, también hay sexo en el que no existe la penetración y consiste en besarse, abrazarse, frotarse, estimularse con juguetes sexuales o masturbarse.
Si te has identificado con alguna de las condiciones que aquí platicamos, acércate a los expertos para recibir ayuda y comienza a poner en práctica el sexo sin penetración, así podrás ir conociéndote y poco a poco podrás llevar tu vida sexual a un siguiente nivel.
¡Adiós, sexo con miedo!
Así mismo, si entre tus pensamientos se encuentra el miedo recurrente de adquirir una infección de transmisión sexual o tener un embarazo no planeado, debes recordar que existen muchas alternativas de cuidado y prevención. Un método anticonceptivo de largo plazo es el aliado ideal para evitar embarazos y su relación costo-beneficio no tiene igual. Si bien, estos métodos no te protegen de las ITS, sí lo hacen los condones, que son el único método de barrera ¡Y no solo eso!, como plus (y de paso como prueba de amor) tú y tu pareja pueden realizarse una prueba rápida de detección de ITS para tener la certeza de que no han adquirido alguna ITS.
Entonces… ya tenemos la solución a estos dos importantes aspectos, ahora solo queda poner manos a la obra (literalmente) para comenzar a tratar estas condiciones. Ya lo sabes… acércate a los profesionales de salud, ¡siempre estamos para ayudarte! Por nuestra parte, tenemos muchos anticonceptivos, así podrás elegir el que más se adapte a tus necesidades. Si necesitas agendar puedes hacerlo aquí, también puedes escribirnos por Facebook, enviarnos un WhatsApp, o llamarnos al 55 5543 0000.
Por ahora nos despedimos, no sin antes recordarte que una forma de demostrarte amor propio, es procurar tu salud, entre ellas, tu salud sexual, así que no pierdas la esperanza de disfrutar del sexo, ¡todo tiene una solución! Acércate con los especialistas y comienza a cuidar de tu cuerpo.
Antes de irnos te dejamos una plática sobre el piso pélvico. Es un poco larga, ¡pero te aseguramos que valdrá la pena!
Con información de Planned Parenthood y Testigo Púrpura.
Texto escrito por Elba Loera (@elba_loera).